Junco
Procede este apellido de la parroquia de Junco (cuyo nombre tomó), del concejo de Ribadesella, en Asturias.
Una de sus ramas moró en la villa de Ribadesella; otra en la parroquia de San Miguel de Ocio, también perteneciente al concejo de Ribadesella; y otra en Oviedo. Otras casas solares en Asturias radicaron en Cangas de Onís, Caravia, Llanes y Villaviciosa.
En Galicia hubo otras dos casas del mismo apellido: una, en Junquera de Ambia (Orense); y otra, en Betanzos (Coruña).
Otra casa radicó en la Montaña de Santander.
En Aragón tuvo casa solar en Torre de las Arcas (Teruel), su dueño Anthon Junco, documentada en la Fogueración aragonesa de 1495.
También pasaron los de este apellido a la ciudad de Toledo y a Murcia, Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Chile, Estados Unidos, Filipinas, México, Perú y Puerto Rico.
En la provincia de La Coruña existe un lugar denominado Junco, que quizás tenga relación con este linaje.
Dice una leyenda, que sólo recogemos a título de curiosidad, que Rui Sanz del Junco, acompañado de un hijo, se dirigió a Jerusalén, y que al pasar por Francia conocieron a una dama viuda del Conde Olfox, acusada injustamente de adulterio. Como buenos caballeros la defendieron, y por esta circunstancia añadieron a sus armas una flor de lis, como se verá después.
Pedro Junco Posada, fue Obispo de Salamanca.
Probaron su nobleza ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid: Gonzalo de Junco, vecino de Soto, del concejo de Ribadesella (Asturias), en 1557, y Gonzalo de Junco, vecino de Ribadesella, en 1577.
Armas
Las primitivas debieron ser: En campo de oro, un junco de sinople, que sale de aguas de azur y plata.
Así las usaron primeramente en los concejos de Ribadesella y de Llanes y los radicados en Valladolid y Palencia.
El caballero Rui Sanz de Junco, protagonista del episodio acaecido en Francia, que refiere la leyenda, usó: "Una banda de gules, cargada de una flor de lis, y bordura con cardos de sinople". Así las describe el tratadista Vidal.
Otros, igualmente de Asturias y los que pasaron a Toledo y a Murcia: Escudo cortado: 1º, de azur, con tres flores de lis de plata puestas en triángulo; medio partido de gules con un lucero de oro, y 2º, de sinople, con un castillo de plata, y a su pie una mata de juncos que se derrama por ambos costados.
Estas mismas armas usaron los Junco de Galicia
En la casa llamada "del Hecce Horno", en Villaviciosa, constan: En campo de oro, un águila de sable, orlada con un cordón que remata, en punta con una borla.
En el Palacio de los Benavides-Quirós, de Oviedo, constan: En campo de oro, un águila coronada, de sable.
En el Palacio de los Junco, en Tezangos, del concejo de Ribadesella, sobre una leyenda que dice: "Armas i casa de Junco", constan: Escudo partido: 1º, en gules, seis jaqueles de oro. En jefe, un lucero de este metal; y 2º, en oro, un águila de sable orlada de un cordón. Sobre el águila dos lobos de sable, andantes, en faja, y otros dos bajo ella.
En la iglesia parroquial de Santa María de Junco, del concejo de Ribadesella, y en la Torre de Junco, en la misma parroquia, constan: En campo de gules, seis jaqueles de oro, bajo un lucero del mismo metal. A la izquierda un águila de sable, orlada de una cadena de oro. Sobre el águila dos lobos de sable y otros dos bajo ella. Todo orlado a su vez por un cordón.
En el Palacio del Retiro, en Maluerda, del concejo de Ribadesella, constan: Escudo cortado: 1º, en campo de oro, un águila de sable, y 2º, dos lobos afrontados de sable y sobre ellos, dos escusones jaquelados de doce jaqueles, seis de oro y seis de gules. En jefe, una cruz lisa; y otras cuatro más pequeñas, en los costados de los escudetes. Y cuatro estrellas, una en punta y las otras tres, bien dispuestas, entre los escusones.
En la casa de los Junco y Villar, en Piedroba, del concejo de Cangas de Onís, llevan seis cuarteles: 1º, en gules, una estrella de plata que rodean, por arriba y los costados, tres eslabones de cadena de oro; 2º, en sinople, una cabeza de hombre al natural; 3º, en oro, un brazo moviente del flanco siniestro, que empuña una daga que asesta contra la cabeza de un león rampante, de su color; 4º, en oro, un águila de sable; 5º, en azur, una planta de sinople, con flor grana, y 6º, en plata, una banda de gules.
Estas mismas armas, pero invertidas totalmente en el sentido de izquierda a derecha, pueden verse en otra piedra armera de armas en poder de Carlos Villa, en Ribadesella, procedente del Palacio de Junco, de Sebreño, del municipio de Ribadesella.
Los de la Montaña de Santander: En campo de sinople, un castillo de plata, y al pie una junquera de sinople, rodeando el castillo.
Los radicados en Tarragona, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de oro, una mata de juncos, de sinople.
Los de Murcia usan: Escudo partido: 1º, en campo de gules, un castillo de plata, surmontado de tres flores de lis del mismo metal, dispuestos en faja; medio cortado de azur, con una estrella de plata, y 2º, en campo de sinople, un castillo de oro, bajo el cual hay una junquera, de este mismo metal.
Otro: En campo de gules, un losange, de plata.
Otros: En campo de plata, sobre ondas, de azur y plata, un junco, de sinople.
Otros: Un castillo con tres flores de lis y una mata de juncos al pie del castillo, que se esparce por ambos lados de éste.
Los apellidados Junco de Asso, de Asturias, usan: En campo de plata, un río en la punta con un junco en la orilla, del cual sale un león contra un hombre que se defiende con la espada. Bordura del mismo metal, y seis manojos de juncos.


