Jódar
Procede este linaje de la villa de Jódar (cuyo nombre tomó), en la provincia de Jaén, y a él perteneció, Pero Martínez de Jódar, natural de Baeza (Jaén) y Alférez Mayor del Pendón de la ciudad, el cual, hallándose en una batalla, se metió con el pendón de Baeza y con los nobles de ella entre los moros, siendo este hecho causa de la victoria de los cristianos. Los moros, durante la pelea, le cortaron las manos, y al día siguiente le hallaron muerto y abrazado con los muñones de los brazos a su estandarte. El Rey Don Enrique II concedió a sus descendientes numerosos privilegios.
Entre aquéllos figuran Rui Martínez de Jódar, Comendador de las Casas de Córdoba en la Orden de Calatrava desde 1405, y Martín de Jódar, Chantre de Baeza, que poseyó una capilla en la Catedral de la mencionada ciudad, donde se veían sus armas.
Sancho de Jódar fue Señor de las villas y castillos de Jódar, Bedmar y Garcies, Adelantado Mayor de la Frontera y Ricohombre de Castilla. Tuvo una hija llamada Juana Rodríguez de Jódar, que casó con Garci Méndez de Sotomayor, fundador del castillo de Carpio y su primer Señor, del cual tuvo varios hijos.
Rodrigo de Jódar, vecino de Renedo de Esgueva (Valladolid) y originario de Valladolid, obtuvo ejecutoria de hidalguía ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid el 4 de diciembre de 1490.
Probaron su nobleza ante la Real Chancillería de Granada: Alonso Jódar, vecino de Linares, en 1590; Francisco Jódar y hermanos, vecinos de Baeza, en 1591; Gregorio de Jódar, vecino de Linares, en 1643, y Sebastián Jódar Castro, vecino de Baeza, en 1646.
Probaron su limpieza de sangre para ejercer cargos del Santo Oficio de la Inquisición: Fray Luis Jódar, natural de Baeza, genealogía, en 1634, y Fray Luis de Jódar Bustamante, natural de Baeza, de la Orden de San Francisco, Guardián del convento en Cartagena de Indias, Conventual en Cartagena de Indias, para Calificador, en Cartagena de Indias, en 1638.
Armas
En campo de oro, un moral de sinople, frutado de gules con un cuervo de sable a cada lado de su tronco.
Los de Jaén, según Gonzalo Argote de Molina, usan: En campo de oro, un moral de sinople, frutado de oro, y dos cuervos de sable al pie del tronco, uno a cada lado. Bordura de gules con ocho sotueres de oro. Por timbre, un caballero armado, abrazado a un pendón y con las manos cortadas.
Otros: En campo de gules, dos torres, cubiertas, de plata.


