Manzano
Apellido muy extendido por la Península. Aunque dice Piferrer que proceden de un esforzado capitán llamado Antón del Manzano, que casó con María del Pulgar, de los Marqueses del Salar, nosotros creemos que las distintas casas de este apellido radicadas en diversas regiones, no tiene nexo de parentesco entre sí.
Una de esas casas radicó en Madrid, otra en la villa de Getafe, de la misma provincia de Madrid, y otra en Alburquerque (Badajoz).
Otra casa muy antigua hubo en el lugar de San Martín de Don, del valle de Tobalina (Burgos). Descendientes de esa casa pasaron a la villa de Azagra, de la Merindad de Estella (Navarra), donde se apellidaron Fernández del Manzano. También pasaron a Chile.
Otra casa del mismo apellido radicó en el valle de Piélagos (Cantabria).
Otra, según testimonio de Juan Baños de Velasco, cerca de Durango, en Vizcaya, denominada de Manzanos.
También tuvo casas solares en Medina de Ríoseco, Tudela de Duero, Valladolid, Villalón de Campos y Zaratán (Valladolid), citadas en el siglo XVI.
En las provincias de Málaga y Salamanca existen lugares denominados Manzano, que quizás tengan relación con este linaje.
Blasco Manzano obtuvo repartimiento en la ciudad de Guadix (Granada) por ser vecino o poblador de ella, en 1489.
Probaron su nobleza ante la Real Chancillería de Granada: Pedro Manzano de Aguilera e hijos, vecinos de Bornos (Cádiz), en 1721; Francisco y Nicolás Manzano Aparicio. vecinos de Berja (Almería), en 1806; Pedro Manzano Enguidanos, vecino de Villanueva de la Jara (Cuenca), en 1801; Cristóbal Rafael Manzano y Jurado, vecino de Bujalance (Córdoba), en 1816; Diego Francisco Manzano y Lozano, vecino de Tarifa (Cádiz), en 1779; Fernando Manzano Ortega y Lozano, vecino de Tarifa, en 1771; y Pedro Manzano y Ulloa, vecino de Cartagena (Murcia), en 1788.
Probaron su limpieza de sangre para ejercer cargos del Santo Oficio de la Inquisición: Andrés Manzano, vecino de México, en México (hijo de Francisco Manzano, natural de Manzano, y de Isabel Rodríguez, natural de Santa María del Rey), en 1607, y su mujer Marí Gómez; y Antonio de San Gregorio Manzano, natural de San Felices de los Gallegos, en Salamanca, religioso descalzo de la Orden de San Francisco, en Filipinas (hijo de Juan Martín Manzano, natural de Vitigudino, en Salamanca, y de Ana Manzano, natural de Salamanca), en 1639.
Ingresaron en los colegiales del Mayor de San Ildefonso y menores de Alcalá: Alonso Manzano, natural de Valdearenas (Guadalajara), en 1571; Bernardo Manzano, natural de Alcocer (Guadalajara), en 1684; Dionisio Manzano, natural de Móstoles (Madrid), en 1772; Domingo Manzano, en 1698; Francisco Manzano, natural de Pozuelo de Belmonte, en 1563; Juan Domingo Manzano, en 1698; Juan Manuel Manzano, natural de Madrid, en 1767; Leonardo Manzano, en 1740; Nicolás de Manzano, natural de Madrid, en 1764; Alonso Manzano Brihuega Girón y Ortega, en 1553; Melchor Manzano de Haro, natural de Villaescusa de Haro (Cuenca), en 1629; y Pedro Manzano Núñez Valencia y Marcos-Jiménez, originario de Madrid y Vilallón, en 1647.
Francisco del Manzano y Pérez de Humanes, natural de Pozuelo, probó su limpieza de sangre para ingresar como religioso en la Orden de Santiago en 1661. Era hijo de Francisco del Manzano y de Ana Pérez de Humanes y nieto paterno de Juan del Manzano y de Ana Freire.
Armas
Según Piferrer: De gules, y el Capitán Antón del Manzano, fundador del linaje, armado de todas las armas y jinete en un caballo, ostentando en la bandera de su lanza el "Ave María"; cortado de plata, con un manzano de sinople, terrasado de lo mismo, y un león, de su color, empinado al tronco.
Según Hita: En campo de gules, un manzano de su color, y bordura de oro con cuatro flores de lis de azur.
Pero estas armas, excepto el esmalte del campo y de las flores de lis, son iguales a las primeramente descritas en la información del apellido Manzanedo.
Pero Manzano, conquistador de Sevilla, según Gonzalo Argote de Molina, trae: En campo de gules, un sol de oro, y bordura de este metal, con las cuatro flores de lis de azur.
Dichas armas traen los establecidos en tierras extremeñas, asentados en Don Benito (Badajoz), más tarde pasados a Cáceres y a la capital pacense, avecindados actualmente en Córdoba, según Vicente de Cadenas.
Los de Aragón usan: En campo de gules, un sol radiante de oro. Bordura de oro con ocho flores de lis de azur.
Otros de Aragón: En campo de azur, cuatro flores de lis de oro.
Miguel de Salazar le señala estas otras armas: En campo de gules, una banda de plata, acompañada, en lo alto, de un lucero de oro, surmontado de un creciente de plata, ranversado.
Según Juan Baños de Velasco, el campo del anterior escudo es de plata y la banda de sable, y el lucero y el creciente ranversado, de gules.
El mismo último autor dice que la casa de Manzano cercano a Durango ostentó: Escudo partido: 1º, en campo de azur, un lucero de plata, surmontado de un creciente del mismo metal, ranversado, y 2º, en campo de oro, una banda de gules.
Los de Azagra usan: Escudo partido: 1º, en campo de plata, tres estrellas de oro, y 2º. en campo de gules, tres manos de flores.
La "Nobleza Executoriada de Navarra" dice que los Fernández del Manzano, del lugar de San Martín de Don, trajeron: "Dos cuarteles; en el uno tres estrellas, y en el otro, cinco manojitos, como de flores".
La casa cántabra del valle de Piélagos: En campo de oro, un manzano con su fruto y colgada entre las manzanas una cabeza de moro con turbante. Bordura de gules con ocho sotueres de oro.
Los radicados en Madrid, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de oro, cinco manzanas, de gules, hojadas de sinople, puestas en aspa.
Los originarios de Francia, que vinieron a la Reconquista y fundaron su solar en Extremadura, según Diego de Soto y Aguilar, traen: En campo de azur, cinco flores de lis, de oro, puestas en aspa.