Pulgar, Pérez del Pulgar

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El solar de este antiguo y noble linaje radicó en la hoy parroquia de Santa María de Telledo, que pertenece al concejo de Lena (Asturias).

Salieron de este solar las ramas que pasaron a Castilla y Andalucía dando insignes e ilustres varones.

En la provincia de Toledo existe un lugar denominado Pulgar, que quizás tenga relación con este linaje.

Fernando del Pulgar, Contino de S.M. y Alcaide de la fortaleza de Salas, obtuvo confirmación de Caballero por sus servicios en la guerra contra los moros en 1489.

Jerónimo del Pulgar y Pulgar, natural de Granada, probó su limpieza de sangre para ejercer el cargo de Oficial del Santo Oficio de la Inquisición de Granada en 1807.

Jerónimo Pulgar Córdoba y Camposesudo ingresó en los colegiales del Mayor de San Ildefonso y menores de Alcalá, en 1642.


Armas

Escudo de armas

Los Pérez del Pulgar, Marqueses de Salar, traen las siguientes: Escudo mantelado; 1º, de gules; 2º, de azur; mantel de plata con un león rampante, de gules, coronado de oro, sosteniendo entre sus garras un pendón, de plata, con la leyenda “Ave María” en letras de sable, brochante sobre los otros dos campos. Bordura de gules con once castillos, de oro. Lema: “Pulgar quebrar y no doblar”.

Escudo de armas

Rivarola dice que el primer cuartel es de gules, medio partido de azur y pone en la bordura ocho castillos de oro en vez de once.

Escudo de armas

Algunos de este linaje usaron esas armas suprimiendo la partición del campo, pintando este de plata, el león de púrpura, la pica de su color con la lanza de azur y la cinta o banda de gules, conservando la bordura sin ninguna variante.

Escudo de armas

Los radicados en Soria, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de azur, un dedo pulgar, de oro, arrancado y goteando sangre.

Escudo de armas

Otros: En campo de gules, una banda de plata engolada en cabezas de dragones de sinople, lampasados de gules y acompañada en lo alto de un creciente de plata, siniestrado, y dentro de este, más cerca de la punta inferior del mismo metal, y en lo bajo de dos calderas de plata, con las bocas hacia abajo y caídas las asas, surmontadas de cinco panelas del mismo metal, puestas en aspa.