El primero que aparece con este apellido en las historias genealógicas es Alonso Fernández Toresano, que floreció en tiempo del Rey de León Don Alonso I el Católico, a quien acompañó en las guerras contra los moros. Tuvo ilustre sucesión, que se extendió en varias provincias de la Península; pero la rama principal, hizo asiento en el valle de Bureba, de la provincia de Burgos, como lo afirma el Cronista Antonio de Barahona en su Nobiliario original, folio 146, añadiendo que es uno de los principales solares de aquel valle, de notorios hijosdalgo de armas poner y pintar, y devengar quinientos sueldos áureos al fuero antiguo de España.

De allí salieron distinguidos varones, que fijaron su residencia en diversos puntos de España. Uno de ellos hizo su asiento en Viniegra de Abajo, de donde pasó a la de Ventrosa de la Sierra, ambas en La Rioja.

De esta rama justificó descender Manuel Toresano Montero, bautizado el 20 de Mayo de 1769, que hizo información de nobleza ante la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid el año 1807, con motivo de haber trasladado su residencia a Valencia de Alcántara (Cáceres), y su primo hermano Manuel Pérez Navarrete y Toresano, que hizo pruebas para su ingreso en el Santo Oficio de la Inquisición el año 1804.

Otra rama de este linaje se estableció en Andalucía y reconoce por tronco a Rodrigo Toresano, de quien algún autor dice que acompañó al Rey Don Alfonso VIII en la batalla de las Navas de Tolosa, siendo premiados sus servicios con varios heredamientos en la ciudad de Úbeda (Jaén).

Escudo cortinado: 1º, en campo de plata, un árbol de sinople surmontado de una cruz llana de gules y atravesado a su tronco un lobo de sable; 2º, en campo de azur, cinco estrellas de oro, puestas en sotuer, y 3º o manteladura, de oro, con un castillo de piedra ahumada de su color natural.