Unanúe
Hidalgo linaje con casa solar muy antigua en el partido judicial de Ibaeta, jurisdicción de la ciudad de San Sebastián. Fue dicha casa una de las fundadoras de la iglesia parroquial de San Sebastián el Antiguo, extramuros de aquella población.
Desde lejanos tiempos, muchos descendientes del solar de Unanúe se extendieron por los reinos de España y sirvieron a sus Reyes en cuantas ocasiones de paz y guerra fue necesaria su ayuda. Figuraron entre los quinientos caballeros hijosdalgo vizcaínos y guipuzcoanos que capitaneados por D. Lope Díaz de Haro, decimosexto Señor de Vizcaya, ayudaron al Rey D. Fernando III "el Santo" en el socorro y toma de Baeza el día de San Andrés del año 1227. También sirvieron al mismo Rey en las conquistas de Arjona, Martos y otras plazas andaluzas.
En posteriores e importantes empresas se distinguieron por su lealtad y valor en el servicio de la patria. Siempre fueron admitidos a la vecindad de la ciudad de San Sebastián y en ella desempeñaron los oficios honoríficos privativos de los hijosdalgo notorios y de sangre al fuero de España.
Del mismo solar de Unanúe procedieron líneas que residieron y probaron su hidalguía en las villas de Motrico, Anzuloa y Azpeitia.
Armas
Las primitivas: En campo de oro, un árbol de sinople, cargado en la copa de una estrella de plata, de ocho puntas, y un lobo de sable, empinado al tronco. En punta, ondas de azur y plata.
Más tarde añadieron al anterior escudo, una bordura de gules, con ocho aspas de oro. Así constan en una certificación dada por Juan Francisco de Hita, Rey de Armas de D. Felipe IV, en Madrid, el 15 de mayo de 1644, a pedimento de D. Juanes de Unanúe, Señor de la casa de Unanúe.
Otros: En campo de gules, cinco panelas de oro, puestas en sotuer; bordura cosida de gules, con ocho aspas de plata, puestas en los flancos.
Otros: En punta, tres ondas de azur.
