Inquisición

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El tribunal de la Inquisición fue creado en el reino de Castilla en 1478, a petición de los Reyes Católicos y con la autoridad del papa (bula del 1 de noviembre) para extirpar la herejía. La inquisición existía ya en Aragón desde 1238. Persiguió primero a los judaizantes, luego a los moriscos, los protestantes y los iluminados, pero también a los cristianos viejos culpables de desviaciones (bigamia, brujería, pecado abominable o pecado nefando, blasfemia, solicitación en confesión). La inquisición era un tribunal eclesiástico sometido al mismo tiempo al papa y al rey.
Los ingresos de la Inquisición provenían principalmente de la confiscación de los bienes de los condenados. En efecto, si un hereje no se arrepentía de sus errores, era relajado al brazo seglar y quemado. Si se arrepentía, era reconciliado con la Iglesia y se le sometía a una penitencia, pero no recuperaba sus bienes.
El proceso inquisitorial era cruelmente secreto. Todo comenzaba con el tiempo "de gracia" durante el cual se invitaba a los acusados de herejía a presentarse ante los inquisidores para autodenunciarse o denunciar a otros. Se publicaba un "edicto de gracia" y el plazo era de entre treinta y cuarenta días. Antes de detener al presunto hereje, se sometía en principio el caso a los expertos, los calificadores. Se encerraba al acusado en las prisiones secretas de la Inquisición hasta el proceso y se le confiscaban todos sus bienes a fin de pagar su pensión en los calabozos llamados de misericordia. El acusado no conocía el motivo de su detención; se le presumía culpable y debía probar su inocencia.
Los castigos consistían en llevar el sambenito -hábito de penitencia e infamia- de por vida o durante un tiempo determinado, el destierro, la prisión en un calabozo o en un convento, las galeras, cien o doscientos latigazos en el transcurso de su itinerario a través de la ciudad, y multas. La pena máxima para los condenados que persistían en su herejía era la hoguera.
La Inquisición fue abolida definitivamente en España el 15 de julio de 1834.
 
Fuente: “Diccionario Histórico de la España del Siglo de Oro”, de Annie Molinié-Bertrand. Acento Editorial